vista general interior
25 de octubre de 2021 Por Destino Tierra de Campos 0

Santo Tomás de Villanueva del Campo.

La iglesia de Santo Tomás es una construcción gótica de una sola nave, crucero y cabecera poligonal. El edificio sorprende por sus enormes proporciones y variedad de estilos, al haber sido objeto de numerosas intervenciones a lo largo de su historia, que han dejado una indiscutible huella en sus fábricas.

Lo más notable del conjunto es su torre, que responde a una construcción del siglo XVI, aunque tiene clara influencia de las típicas torres mudéjares propias del siglo XIII o XIV. Posee planta cuadrada y cinco cuerpos en altura, los dos primeros de sillares de piedra y los tres siguientes de ladrillo. La construcción presenta gran solidez que se ve reforzada por pilastras en sus cuatro esquinas, tanto en las fábricas de piedra como en las superiores de ladrillo. Se remata la construcción con friso y cornisa en dos niveles sobre la que se levanta balaustrada-antepecho de ladrillo con bolas de piedra en las cuatro esquinas. La torre se cubre con casquete esférico sobre el que se sitúa una imagen del Sagrado Corazón de Jesús.

El interior se encuentra cubierto con bóvedas de arista de ladrillo y recubiertas de yeso. A los pies de la nave y elevado sobre arco carpanel se sitúa el coro, ocupando el primer tramo de la nave.

Se incluyen en la declaración el conjunto de bienes que, como bienes muebles o partes integrantes, se relacionan en el expediente, entre los que destacan el magnífico retablo mayor, obra de 1542.

El interior se encuentra cubierto con bóvedas de arista de ladrillo y recubiertas de yeso. A los pies de la nave y elevado sobre arco carpanel se sitúa el coro, ocupando el primer tramo de la nave.

La primera vez que se catalogó la iglesia fue, como casi siempre, por parte de Manuel Gómez Moreno, que se fijó en su retablo mayor, originario del siglo XVI. Esta obra fue esculpida por el entallador francés Jacques Bernal -que elaboró también el retablo en Castroverde de Campos- y fue policromada por una conocida familia de pintores leoneses, los Carrancejas. No en vano, esta zona de la actual provincia de Zamora estaba adscrita a la Diócesis de León hasta bien entrado el siglo XX. En el mismo ocupa un lugar preferente una imagen de santo Tomás de Canterbury, a pesar de que la iglesia está dedicada a santo Tomás Apóstol.

Otra curiosidad destacable de la iglesia de Santo Tomás de Villanueva del Campo es su cúpula de cabecera, aparentemente hecha de ladrillo es, sin embargo, de piedra lucida con un revoco de cal y arena, sobre el que se pintaron falsos ladrillos con una precisión y meticulosidad muy realista. Los ladrillos están dibujados a bisel de 45 grados, y sin duda consiguen engañar al ojo.

El muro occidental, pintado de blanco, esconde un falso biselado igual que el de la cúpula, al menos en la zona del coro, como pudieron comprobar los investigadores.

Compartimos con vosotros estas imágenes gracias a la gentileza del señor Abelardo y la señora Antonia.